miércoles, 24 de junio de 2015

Temporada de festivales y de innovación... Música maestro!

El incremento del gasto en I+D de las empresas farmacéuticas hace años que no se corresponde con un aumento del número de nuevos fármacos en el mercado. Diversas causas tienen su papel en esta realidad, como mayores exigencias por parte de las agencias regulatorias (por ejemplo en respuesta a la falta de seguridad mostrada por algunos de ellos una vez aprobados), o la mayor complejidad de las enfermedades a tratar, muchas de origen desconocido o con varias causas posibles sobre las que se puede actuar.

Una estrategia de innovación que utilizan las grandes empresas farmacéuticas es la denominada innovación abierta u open innovation. Conscientes de la complejidad y la calidad de la investigación científica que se lleva a cabo en los centros públicos de investigación, van a buscar ese talento fuera de sus departamentos internos de I+D, estableciendo colaboraciones público-privadas para desarrollar nuevos medicamentos (o productos sanitarios). De esta manera todos se benefician: las empresas llegan con sus productos innovadores antes al mercado y de manera más económica que si tuviesen que incorporar esta ciencia a sus departamentos, y los centros públicos de investigación hacen transferencia tecnológica y de conocimiento y obtienen un retorno económico que se reinvierte en más investigación. Ejemplos ya muy conocidos, pero que me gusta recordar por si nos decidimos a buscar inspiración en ellos, serían los CTI o centers for therapeutic innovation  de Pfizer (iniciativa del 2010 impulsada por la misma compañía) o el Stevenage bioscience catalyst (iniciativa conjunta de GSK y el gobierno de UK).

Me alegra anunciar que nosotros tenemos un ejemplo exitoso reciente de innovación abierta en nuestro ecosistema, la colaboración entre Ferrer y el grupo de investigación del IDIBELL liderado por el Dr. Manel Esteller. El producto resultante de esta colaboración es EPICUP, ya en el mercado y utilizado para analizar los tumores secundarios detectados en los pacientes y reconocer el cáncer primario. EPICUP diferencia los 40 cánceres primarios más comunes, y el beneficio socioeconómico está en que estos pacientes pueden tratarse con una quimioterapia más ajustada a su enfermedad, mientras que hasta ahora recibían un tratamiento de amplio espectro que no siempre resultaba efectivo.

Cada caso de éxito en nuestro ecosistema debería significar un impulso para que otras empresas se decidiesen a seguir el ejemplo. Es cierto que no tenemos multinacionales como Pfizer o GSK en nuestro ecosistema que puedan apostar de igual manera por la innovación abierta, pero usemos la imaginación... Tenemos una gran oportunidad de formar estructuras similares a la de GSK, si pensamos en las comunidades de RIS3CAT que se están definiendo en estos momentos o en el proyecto europeo EIT-HEALTH, del que Ferrer es miembro. ¿Bailará Ferrer este mismo baile con más grupos públicos de investigación? ¿Se unirán al festival otras empresas? !Qué suene la música que nos inspire a todos! 


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